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domingo, 20 de junio de 2010

Producción


Al ser la yerba mate una planta que requiere de determinadas características tanto del terreno como de las condiciones climáticas, no puede crecer en cualquier región. Dentro de Argentina, solo las provincias de Misiones y Corrientes son las que llevan acabo este proceso productivo de la yerba mate que consta de diversas etapas.

El proceso de cultivo de la yerba mate, desde su siembra hasta la cosecha definitiva conlleva unos cuántos años. En primera instancia, la semilla se siembra, generalmente, entre los meses de febrero y marzo. Dicen los especialistas que su germinación suele ser muy dificultosa, debido a las características particulares de la semilla de la yerba mate. Recién a los seis meses de germinación se las transplanta a macetas, luego de un proceso de selección de las plantas. Esto se da, precisamente, entre octubre y noviembre, en plena primavera austral.
Para la temporada del otoño y el invierno recién se realiza el transplante definitivo a los campos, una vez que la planta ya alcanzó determinada magnitud. Generalmente se somete a las plantas a protección debido al intenso sol y los vientos. Luego de un tiempo prudencial, cuando la yerba mate logró el tamaño indicado, se recurre a la cosecha, el último eslabón dentro de la cadena productiva de la yerba mate y el paso previo a la elaboración industrial.
El proceso productivo de la yerba mate continúa con la elaboración industrial de la misma, que básicamente tiene como finalidad eliminar el exceso de humedad del producto final. El sapecado, el secado y el canchado son los pasos que debe seguir la producción antes de ingresar en los molinos yerbateros. Ahí se hará la molienda final y se envasará.
Una vez que se realizó la cosecha, las plantas se dirigen al proceso de sapecado. Este no es más que un secado extremadamente rápido, que debe realizarse si o si dentro de las 24 horas de efectuada la cosecha. Y es un proceso crucial: sin él, la yerba mate no tendría el sabor característico que tiene. En las horas siguientes se realiza el secado, que permitirá una reducción de la humedad hasta el valor óptimo.
Ya concluidos todos esos procesos, se procede al canchado. Básicamente, el canchado no es más que una molienda gruesa. Es decir, se muele la yerba mate pero no finamente y lista para ser consumida. Es que, previamente, tiene que pasar un proceso de almacenamiento que puede ir desde los 6 meses a los dos años. En esa instancia sí estará lista para ingresar en los molinos yerbateros, donde se practicará la molienda definitiva y luego al envasado, para que esa exquisita yerba mate llegue a todos los hogares

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